18 de agosto de 2006

Nunca se acaba. O si?.

Hoy me he fijado una vez mas, en el misterio del tubo dentífrico, ese dentífrico que usas diariamente y nunca consigues consumir, a pesar de estar convencido que ya no queda ni una Gota.

Mi vida se comporta igual, hay episodios y acontecimientos que parecen no tener fin. Esos dolores físicos y emocionales que se pegan a tu cuerpo y mente, con la misma perseverancia que el dentífrico se pega al recipiente, observas como resbala lenta e imperceptiblemente.

Por mucho que aprieto el tubo viejo, con ansia por renovar la vida usando el flamante tubo que compre hace días. Convencido de que el nuevo, las renovadas ansias de disfrutar de la vida, intimidarían al viejo dentífrico y precipitarían su fin.

Nada más lejos de la realidad.

La pasta dentifrica es contumaz. Su experiencia le permite contorsionarse, auto-exprimirse y demostrarte que, aun quedan hilillos de pasta. Desgraciadamente,te enjuagarás de nuevo, con el cotidiano sabor de tu Pasado. ¡apenas te limpia y encima no refresca!

No abandonéis la lucha diaria con el dentífrico, aprendamos a disfrutar del lento pero constante discurrir de las tristezas o malestares que, como la pasta de dientes, acabaran por consumirse. Solo entonces abramos la nueva crema vital, sin presionar demasiado, pues corres el riesgo de que te desborde, se desperdicie o se pierda en el oscuro y lejano sumidero.

Sencillamente, saboreo mi felicidad, sea absurda, conocida, incomprensible o pueril que recubre mis sucesos. Entretente diariamente en cada diente, deseando que su belleza individual, contribuya a refrescarte y renovarte.

¡Mañana será otro día y no por mucho cepillarse, se sonríe mas temprano¡

2 comentarios:

Laura Martillo dijo...

M e agrada la frase del final
y pensar en la vida como un tubo que exprimimos siempre hasta la última gota, amoldando con nuestras manos ese tubo, ordeñando esperanzas que no termina por salir blanquecinas, puras y mentoladas.

Un beso.

Estefanía González dijo...

Cosas que dejar atrás. Muy lejos, en el desierto hasta que se secan y se desprendan como ciruelas maduras.
Algo queda.
Cosas bonitas de internet, josé paraca. He puesto un link en mi a tu blog, y en la equivocación (mía, claro) apareció algo muy bonito. Voy a dejarlo un par de días antes de corregirlo...