11 de diciembre de 2009

Extremadamente inutil ¿o no?

han pasado 6 meses. Es curioso no lo busco, pero escribo en situaciones extremas. incluidas las metereologicas que no climatológicas. ! que yo no tengo un primo como Rajoy! ..... pero algo he aprendido, no?.

A lo que iba, solo escribo cuando una extremidad vital, me incita ello. Como mi mano, mi cabeza...... Otros miembros viriles no son extremos ni "extremidades", en mi cuerpo, por mucho que como hombre, el machismo les lleve a presumir sobre ´cúal de mis cinco miembros, es mas extremo.

Ya no recuerdo si iba o venia, pero el caso es que solo las situaciones extremas nos mueven remueven o conmueven...... Aminatu haidur por ej, pero, ¿no es exremadamente cruel que alguien tenga que infrinjirse dolor, muerte o sufrimiento, para conocer su extrema voluntad por vivir?.

Por qué tenemos que llegar a situaciones extremas? No mereceria la pena simplemente luchar o mejor simplemente vivir por vivir y dejar vivir. Dicen que los extremos se tocan, que los antagonistas se quieren y aprecian. que necesitamos una moral de blanco o negro.

!Que usual! es buscar lo extremo para apreciar lo cercano. !Que se yo¡ no se puede apreciar respirar, sin tener que dejar de hacerlo?

Me encanta la adrenalina de lo corriente, sea corriente alterna o continua. Ahora disfruto de volver a escribir, por el placer de hacerlo, sin tener que contar vivencias extremas, sin tener que vivir cuentos extremos: De hadas o de terror.

¿Qué nos pasa cuando no nos pasa nada? ......... la vida coño, la vida, no es suficiente? Y que nadie lo confunda con un canto anti-abortista, "Dios me libre" de llegar a tal extremo.

Solo quiero reivindicar el disfrute de mi vida y reconocerme feliz, sin tener como arbitro de mis emociones, un acontecimiento significativo, fuera de lo normal, o sea EXTREMO.

Cada vez observo mi día a día como un transcurrir sin vacilar, sinónimo de dudar. No confundir con vacilar de divertirse, pues vacilar me parece extremadamente sano. .....

Pues llegados a este extremo, no tengo nada que añadir, simplemente agradecer a mis extremidades, que hayan decidido confabularse, para compartir con todos un pensamiento banal, pero extremadamente sincero.