25 de enero de 2010

A Maldni, de Socrates

Es curioso cuando nos piden datos o los doy.
Hablo de mis meritos y fracasos.
Tambien de mis capacidades o sitios por los que pasé
Pero nunca d la esencia de mi personalidad: La gente

No me refiero a mis maestros y maestras.
Tampoco a mis amantes, parejas, o personas
a las que yo mismo, otorgué importancia
consciente o inconsciente.

Nos dedicamos a clasificar y priorizar personas
según ámbitos o emociones.
Y olvidamos a la "gente" que se cuela en tu vida
y te dá loque mas quiere y aprecia: Lo cotidiano.

Puedes conocerte o verte un segundo y compartir
o mejor dicho, robarles un gesto, una mirada.....
Quedartela para siempre, sin pedir permiso.

Porque son precisamente los AMIGOS cotidianos.
Los que despreciamos en nuestras Memorias, llamandoles
"simplemente conocidos" los que más comportan, importan
queremos y reconfortan.

Nos reconfortan, porque nos dan el confort de existir,
sin existir para nuestro confort.
Sin debernos nada
y sin embargo, debiendoles todo.
Pues nunca pidieron ni firmamos "Pagares".

Maldini que poco se de tí. Y lo que es mejor ¿cúan poco importa?
Afortunadamente, nosotros no medimos nuestras conciencias
y por eso nunca fuimos concsientes pues no quisimos serlo.
Para eso ya estaban los " OTROS"

Y por eso decidimos puntualmente,casualmente
conversarnos y reirnos. Con la misma certeza
(quise decir CERVEZA) que he decidido que:
!para qué llorarnos si no queremos alejarnos!